Después de una infancia como cualquier otra, trabajando en el negocio familiar (un restaurante situado en Pirineos), comencé mis estudios sin saber lo que realmente me esperaba en años venideros.
Todo empezó con un personaje mítico en todos los institutos de educación secundaria, «el desorientador», que con mis vagas dotes estudiantiles me recomendó que hiciera un módulo de formación profesional, y aquí empieza todo. Dos años descubriendo las maravillas sobre coníferas y frondosas; elaborando muebles, puertas, ventanas, escaleras, molduras y más muebles.
Conmovido por las delicias de la madera decidí hacer la prueba para entrar en el grado superior, la cual me llevó a perfeccionar mis estudios en este material dos años más.
Con los 20 y dos años después de haber salido del nido materno, termina mi experiencia con este material vivo y de posibilidades infinitas.Entra entonces en mi cabeza hacer eso que nunca me había gustado; estudiar, así que emprendí un viaje a Madrid en busca de una carrera universitaria que se adaptara a mis necesidades emprendedoras.
En 2005 conseguí entrar en la facultad de Arquitectura Técnica en la Universidad Politécnica de Madrid, con ninguno o casi ningún conocimiento, excepto en lo relacionado con la madera, acabé con gran emoción y sufrimiento aquel julio de 2012 tras un año de estudio en mi querida Lisboa.
2013, año en el que me quedo sin quehaceres, con ninguna o casi ninguna opción de trabajar en el mundo de la edificación, busco refugio en la Escuela de Organización Industrial de Madrid, donde durante seis meses intento absorber los conocimientos para crear una empresa, aglomerando con grandes profesionales el conglomerado de ideas e inquietudes propias de la evolución académica y profesional.
Pasado este periodo entiendo que para ser un buen profesional, lo primero es no dejar de cultivar la mente, por lo tanto decido seguir y soy aceptado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Toledo. Con gran entusiasmo comienzo mis estudios de nuevo, trabajando para poder pagar lo que todo esto conlleva.
Poco tiempo pasa hasta que esta carrera hace mella en mis pensamientos y me da la idea de aunar todos mis conocimientos para desarrollar un proyecto personal.
Creo entonces HL2, empresa que tiene intención de unir artesanía y arquitectura para crear, ¿el qué?, de todo supongo, no se cierran las puertas a ningún proyecto, solo deseo ver renacer la artesanía y la arquitectura.
HL2 Diseño Mueble
Restauración